
Danzando, moviendo mi cuerpo al ritmo suave de la música, único acompañante, uniendo mis formas al sonido que se expande en el vacío y rebota en ecos incesantes que se apoderan de mí una y otra vez, en un enorme salón oscuro, donde la luz entra de a chorros por entre las cortinas, pisando fuerte el polvo del suelo que vuela, emocionada, simplemente, dejándome llevar, llorando de felicidad en soledad.
Inspirado por: Kyrie, Lacrimosa.
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