Porque puede estar todo bien, diría perfecto; sentirme bien, pensar en lo que considero positivo, ver el lado bueno de las cosas... pero aparece algo malo, una mínima cosa que llega a perturbar esa tranquilidad, y se rompe el equilibrio; cualquier insatisfacción me derrumba, hace que vea todo más difícil y pierda las fuerzas.
Pero aprendí. Hoy veo el equilibrio constantemente, porque sé que se mantiene siempre; así como estoy rodeada de cosas que me hacen bien y me llenan, también lo estoy de otras que me hacen mal... y ahora sé que ninguna hace desaparecer a las otras, y tengo en claro que todo es un conjunto de situaciones y acciones con mil grados de apreciación, pensamientos y sentimientos en cada uno que crean diferentes realidades, reacciones únicas con millones de explicaciones. Veo ambos lados, el bueno y el malo, de todo; y entiendo que esos mismos son otros para los demás.
Nada puede romper el equilibrio. Sé que existe y lo veo; no hay sólo cosas buenas ni sólo cosas malas, están todas. Y saco lo mejor de ellas; veo lo que ve el resto además de mí; pienso profundamente, cada detalle es importante; a veces, puedo controlar mis emociones (y pensaba que me estaba volviendo insensible); busco siempre la felicidad, no dejo que nada me derrumbe; aprendo de los errores.
Agradezco a quienes quieran acompañarme.
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